martes, 19 de mayo de 2015

"BODA, GUERRA Y MUERTE EN ROMA" Parte II

EL DOMINGO DÍA 17 DE MAYO, 74 RECREACIONISTAS DE TODOS LOS PERIODOS HISTÓRICOS ROMANOS, DESARROLLARON ACTIVIDADES CONJUNTAS EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE SEVILLA
Para conmemorar el Día Internacional de los Museos.
En esta entrada la segunda parte "GUERRA".

Para el cartel del evento ha sido seleccionada una fotografía mía del Museo Arqueológico.

En dicha actividad han estado presentes:

Legio I Vernácula, perteneciente a la Colección Museográfica de Gilena.
Legio V Hispalense de Alcalá de Guadaira.
Legio XXX Ulpia Victrix de Sevilla.
Legio VII Gémina Cohors V Baetica de Málaga.
Legio VIIII Hispana de Toledo, pero con sus representantes andaluces.
INTRO Recreación Histórica de Sevilla.
Ibídem Ibídem de Puente Genil.
Ego Femina de Sevilla.

Fotógrafos de Foto-Sevilla:
Administradora: Blankagi Photografy
Miembros del grupo: 
Miguel Ángel Bonilla García 
Enrique García Cabrera
Jose M. Hds


Ejército romano es el término genérico utilizado para referirse a las fuerzas armadas de la antigua Roma, durante la monarquía, la república, el imperio y habitualmente también a las de su inmediato sucesor, el ejército bizantino.
Fuente: Wikipedia.

Arriba: Estandarte romano.
Antes de que Mario hiciera el águila el estandarte universal para todas las legiones, estas tenían estandartes con jabalís, lobos, minotauros, toros y águilas. Parece ser que los cuatro primeros eran los estandartes para hastati, principes, triarii y velites, y que el águila, siempre el más importante, era para la legión.



Monarquía: El servicio militar afectaba a los ciudadanos entre 17 y 60 años de edad. Hasta los 45 participaban en las campañas, y los mayores defendían las ciudades y formaban la reserva. Por lo general las clases altas no intentaban rehuir el servicio militar, ya que su cumplimiento era imprescindible para poder acceder a las magistraturas del Estado y hacer carrera política (el cursus honorum). Los más jóvenes eran alistados entre los velites(infantería ligera que arrojaba una jabalina y era muy versátil), luego los hastarios, los que estaban en el esplendor de su edad entre los príncipes (infantería pesada) y al final, los más maduros, entre los triarios.



En los primeros tiempos no había distinción entre ejército y legión, Roma disponía de una sola legión de hasta tres mil infantes y trescientos caballeros. Sin embargo las guerras en aquella época eran escaramuzas limitadas que acababan con el invierno, y es dudoso que alguna vez se llegara a reunir el ejército al completo. Ni siquiera era un cuerpo permanente, se reclutaba y licenciaba según las necesidades.
Los trescientos caballeros (centuriae flexuntes o centuriae celeres) formaban la caballería del ejército de la Antigua Roma. Estaban bajo el mando de tres tribunos de la Caballería (Tribuni Celerum) y el jefe supremo de la Caballería era el Magister Equitum.


En esta recreación tuvimos una amena explicación de la evolución del vestuario y las armas de los soldados romanos a través de su historia.

El mando supremo de la caballería correspondía a un Magister Equitum, y el de la caballería de cada legión a los Tribunos de la Caballería.
El mando supremo de los infantes correspondía inicialmente al rey y después a los Cónsules o Dictadores (o a los Legatus). El mando de los infantes de cada legión correspondía a los Tribunos de la Milicia.
Los infantes fueron divididos en cinco clases según su armamento (en función de la riqueza personal) siendo las tres primeras llamadas hoplitas (por la armadura) y las otras dos Velites (auxiliares).

La mejor armada era la primera clase:
Escudo: circular, llamado scutum
Muñequera: muñequera de metal que contenía un cuchillo para atacar por sorpresa en un mano a mano, llamado munnecum
Cuerpo: corseles de cuero, pectorales de bronce, grebas. Para la época de la monarquía etrusca y los primeros tiempos de la república, la armadura sería de tipo helénica. Linotorax de laminas de lino superpuestas, ofrecía buena protección a la par que ligereza y flexibilidad. Y lorica musculata de bronce y más raramente hierro.
Yelmo: varios modelos en este período: cónicos, etruscos, etrusco-corintios, calcidicos y áticos. Todos de bronce y de origen heleno.
Armas: lanza de acometida, espada griega xiphos o kopis
Sandalias: reforzadas por una suela de piel gruesa de unos dos centímetros. También llamadas caligae, de ahí el nombre del emperador Calígula.


Arriba detalle de cota de malla.
La lorica hamata es un tipo de armadura de cota de malla utilizada durante la república romana en sus últimos años, así como el tipo estándar de armadura para las tropas de apoyo o auxiliares. Solían estar fabricadas con bronce o hierro. Alternaba filas de anillos verticales y horizontales entrelazados entre sí y que resultaban en una armadura muy flexible y resistente. Cada anillo tenía un diámetro interno de unos 5 mm y uno externo de unos 7.
Los hombros de la lorica hamata estaban protegidos mediante unas coberturas similares a los linothorax griegos que abarcaban desde la mitad de la espalda a la parte frontal del torso, y conectadas con enganches de metal similares a garfios. Una lorica hamata podía estar compuesta por varios miles de anillos de metal.
La tecnología para la fabricación de este tipo de cota de malla es posible que hubiese sido adquirida de los pueblos celtas. Había varias versiones de este tipo de armadura que se especializaban en función del tipo de tropa y sus actividades. Así, podía haber diferentes clases de armadura para los exploradores, la caballería o los lanceros.
Aunque este tipo de armaduras implicaban un gran esfuerzo de mano de obra para su fabricación, se cree que con un buen mantenimiento podían ser usadas de forma continuada durante décadas. Sin embargo, los ensayos modernos han demostrado que este tipo de armadura suponía una protección muy débil frente a los ataques con flechas.


A comienzos de la etapa republicana la legión se organizó con una estructura mucho más formal y estricta. Los equipamientos eran costeados por la propia república y el ejército se hizo profesional. Esto hizo que muchos no ciudadanos entraran al ejército para mejorar su posición social. Como las guerras eran más frecuentes y habían dejado de ser simples escaramuzas, las batallas requerían más planificación.



La figura del tribuno militar apareció formalmente en el 331 a. C. La legión se reorganizó en seis cuerpos, dirigidos por los tribunos militares electos. Estos cuerpos se dividía a su vez en otros diez, las centurias, bajo el mando de sendos centuriones. Nominalmente cada centuria constaba de cien hombres, pero en realidad su número de combatientes podía ser de hasta sesenta; la cifra más habitual era de ochenta combatientes. El resto de los hombres que formaban esta centuria eran no combatientes, sirvientes encargados de mantener en las mejores condiciones posibles a los legionarios para combatir eficientemente. También les acompañaba una mula por cada ocho hombres para cargar parte del equipo y las provisiones. Así se creó una jerarquía formada en primer lugar por el cónsul electo, sus legados, los tribunos militares y los centuriones.



El tronco se protegía con una coraza completa (frontal y espalda) de la que hubo varios tipos. La coraza más cara eran dos piezas de metal que protegían completamente el tronco. 
Por su precio y vistosidad estaban prácticamente reservadas a los oficiales y a la guardia pretoriana.
La coraza de escamas, la loriga scamata estaba formada por pequeñas piezas de metal o hueso superpuestas y unidas por alambre.
La lorica hamata era una cota de malla.
La lorica segmentata estaba formada por hojas de metal alargadas. Proporcionaba mayor protección que la lorica hamata y permitía más movilidad.
Para proteger el vientre utilizaban un cinturón de cuero, con tiras colgantes para proteger los muslos.
La lorica segmentata era un tipo de armadura utilizada principalmente durante la República romana y también hasta el siglo III en el Imperio romano. El nombre latino, sin embargo, data del siglo XVI (se desconoce el nombre que se le daba en la antigüedad).
La armadura consistía en una serie de bandas de hierro o acero atadas a tiras de cuero internas. Las bandas se colocaban de forma horizontal al torso del soldado, sobreponiéndose las unas a las otras en sentido descendente, y rodeaban el cuerpo del soldado en dos mitades laterales que quedaban atadas en la parte frontal y trasera. La parte superior del cuerpo y los hombros quedaban protegidos por tiras adicionales para los hombros y placas para la protección del pecho.
Ver fotografía arriba a la izquierda.


Scutum era el término en latín para referirse al escudo, aunque en tiempos más modernos ha derivado a un término para hacer referencia al escudo estándar y con forma semi-cilíndrica que llevaban los legionarios romanos. El escudo curvo de la época de la República era ovalado.
Los scuta (en plural) rectangulares, que a veces eran convexos y a veces planos, eran construidos principalmente a partir de tiras de madera superpuestas unas a otras y con las vetas dispuestas en direcciones opuestas, cubiertas con cuero. Esto supone que el escudo era muy resistente y, a la vez, lo suficientemente ligero (de entre 5,5 y 7,5 kg) como para ser transportado a lo largo de muy largas distancias.



El escudo podía ser de bronce o de madera recubierta de cuero, y su forma redonda, oblonga, semicircular o cilíndrica.
Parma era el tipo de escudos ovalados utilizados por el ejército romano durante el periodo tardío de la época imperial. Era usado principalmente por la infantería y caballería auxiliar, mientras que los legionarios de épocas anteriores preferían el scutum más pesado pero de mayor protección.
La muñequera era de metal y contenía un cuchillo para atacar por sorpresa en un mano a mano sin espada
El casco protegía la nariz, mejillas y cuello. El de los oficiales llevaba un penacho.
En la antigua Roma, denominaban focale a un tipo de bufanda utilizada por el ejército para la protección del cuello. En concreto, el focale aislaba la piel del legionario del roce continuo que producía el cuello de la armadura (sobre todo la lorica hamata o la segmentata) y el casco.


Los cascos romanos, conocidos como galea o cassis variaban enormemente en cuanto a su forma. Uno de los primeros en utilizarse fue el casco de Montefortino, utilizado por los ejércitos de la República hasta el siglo I a. C. Éste fue reemplazado directamente por el casco Coolus y, más tarde, por el típico casco Imperial.
El casco montefortino era una copia de bronce barata y fácil de fabricar en masa del casco galo de hierro. Tenía carrilleras que protegían la cara y un pequeño saliente en la parte de atrás, para desviar golpes de la nuca. Era lo bastante abierto, sin embargo, para permitir al legionario ver u oír sin problemas. A partir de entonces, el modelo fue evolucionando durante el Imperio, en diseños de hierro cada vez más fuertes y con mayores protecciones, pero respetando la línea original.
Sin embargo, durante el comienzo de la decadencia en el siglo III, se comenzaron a ver modelos más cerrados, que protegían más, pero limitaban la visión y audición del soldado, necesarias para ejecutar las órdenes. Lo que tal vez refleja una pérdida de la disciplina y entrenamiento necesarios para ejecutar los movimientos en combate, ordenados por los instrumentos musicales, o una simplificación o empobrecimiento de las mismas.



Hasta (en plural hastae) es la palabra latina para hacer referencia a la lanza utilizada para ensartar. Los primeros legionarios estaban equipados con hastae, y era esta arma la que daba el nombre a los soldados conocidos como Hastati. Sin embargo, durante los tiempos de la república, los hastati fueron reequipados con pila y gladii y sólo los Triarii continuaron usando esta lanza.
Un hasta era de alrededor de seis pies de largo con una punta de hierro.


El calzado consistía en unas sandalias fuertes, con tachuelas en la suela, de gran resistencia en las largas marchas.


Las armas eran un pilum pesado, un pilum ligero, el gladius y un puñal de doble filo.
Además llevaban una mochila con objetos personales, agua y raciones para un mínimo de tres días.


Comparto aquí unas fotografías anteriores de reproducciones realizadas artesanalmente por "ESPADAS ROMANAS


El término gladius fue el nombre romano utilizado generalmente para designar a la espada. En la época de la República también hacía referencia, al igual que hoy en día, a un tipo específico de espada corta utilizada por los legionarios del siglo III a. C. de unos 60 centímetros de largo.
Se llegaron a utilizar diversos diseños. Entre los coleccionistas y los recreacionistas se manejan principalmente tres tipos primarios, conocidos como el gladius Mainz, el Fulham y el Pompeii (los nombres hacen referencia al lugar en el que se encontró el ejemplar original). Excavaciones arqueológicas más recientes han descubierto otra versión, más reciente que las anteriores, denominada gladius hispaniensis.
El gladius era preferentemente un arma de apuñalamiento, arma rápida y usada a corta distancia. El soldado romano buscaba acercarse al enemigo, y aprovechaba el momento en que éste trataba de golpearle, o lo hacía inútilmente contra el escudo o la armadura, para lanzarle una veloz estocada para matarle.
Blankagi sosteniendo las espadas, fotografía de Manuel Quesada.

En época republicana, el estado romano había contratado tropas de auxilia, como los temerarios honderos baleares o grupos de celtas, germanos o mauritanos para campañas concretas para poder cubrir estas carencias.
Siguiendo este modelo, en el Imperio, Augusto decidió que se crearan tropas de auxilia, pero no ya contratadas para campañas concretas, sino formando parte del ejército regular. Así, se crearon unidades específicas de caballería, alae, de infantería, cohortes, o mixtas de infantería y caballería, Cohors equitata, especializadas o no, reclutadas de entre las personas libres que carecían de la ciudadanía romana -la inmensa mayoría de la población del imperio-, y que, tras 25 años de servicio, obtendrían la ciudadanía romana como premio.

Cada centuria tenía su propio estandarte llamado signum. Había dos variaciones, uno con una punta de lanza en lo alto del estandarte y otro con una mano abierta. Los discos circulares probablemente identificaran la centuria y la cohorte a la cual pertenecían. Los soldados eran los signifer (signiferi en plural).


El armamento o forma de vestir podía ser similar al de las legiones, o ser completamente específico, como ocurría con las unidades de arqueros sirios, jinetes ligeros del norte de África o caballería pesada parta. Por su parte, los mandos eran siempre romanos. Un caballero, miembro del ordo equester, dirigía cada unidad como tribunus cohortis, praefectus alae o praefectus cohortis, y los centuriones y decuriones siempre tenían la ciudadanía, así como muchos de los principales de las unidades.
Algunas unidades fueron reclutadas entre itálicos o entre voluntarios ciudadanos, y entonces estaban equipadas de la misma forma que las legiones; en algún momento, otras unidades obtenían por ciertas acciones meritorias en campaña el título de civium romanorum, y pasaban a estar equipadas de la misma forma que las legiones, aunque conservaran algunas armas propias.




El águila dorada era el símbolo del Imperio, y coronaba los estandartes de cada legión.
Instituido por Mario el último año del siglo II a.C., el águila fue el símbolo de la legión y era el estandarte más apreciado, la perdida del mismo era considerado una deshonra para la legión y para Roma. Este estaba al cuidado de la primera centuria de la primera cohorte de la legión. Portado por el aquilifer (aquiliferi en plural) era el soldado más valiente de toda la legión. En tiempos de Mario y César, los estandartes eran de plata.


La principal vestimenta bajo la armadura de todos los soldados de la república y de comienzos de la era imperial fue la túnica. Normalmente estaba hecha de lana, y los primeros diseños utilizados por los legionarios consistían en una simple tela rectangular cosida en los laterales y con huecos para los brazos. La parte superior simplemente se dejaba descosida.
Más tarde fueron apareciendo túnicas más elaboradas a las que se les añadían mangas, y que en provincias de climas más fríos era habitual utilizar junto con pantalones también de lana.


La buccina era un instrumento musical de viento utilizado por el ejército romano. Originalmente era un tubo metálico de entre 11 y 12 pies de longitud, estrecho, y que se hacía sonar gracias a una boquilla en forma de copa. El tubo se enroscaba sobre sí mismo desde la boquilla hasta el amplificador de sonido en forma de una gran C cuya estructura se fortalecía mediante una barra que atravesaba la curva.
El músico podía utilizar la barra para dar más estabilidad al instrumento, mientras que el tubo de sonido se curvaba por encima hasta quedar por encima de su cabeza o de su hombro.
Servía para hacer diversas señales en el campamento como, por ejemplo, señalizar las guardias.
Este instrumento es el antecesor de la trompeta y del trombón.







Arriba en dorado, detalle de Lorica squamata.
La lorica squamata es un tipo de armadura de escamas utilizada durante la república y en periodos posteriores. Estaba formada por pequeñas escamas de metal cosidas para formar la armadura. Se suele ver en ilustraciones de portadores de estandartes, músicos, centuriones, tropas de caballería e incluso en imágenes de infantería auxiliar, aunque también podían portarlas los legionarios regulares. Este tipo de armadura tenía la misma forma que la lorica hamata, con la misma longitud y las coberturas de los hombros.
Las escamas individuales podían ser de hierro o de bronce, e incluso podían alternarse los metales en la misma armadura. Podían recibir también algún baño que les protegiese de la oxidación (nos ha llegado un fragmento de armadura con escamas de bronce con baños de metal).



No pude quedarme hasta la representación de la boda, pero imagino que tuvo que ser espectacular como las anteriores.
Otras fotografías de este magnífico evento:






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